ColorIndio trabaja con mujeres indígenas del país y lo que hacen es apoyarlas en el diseño, comercialización y exportación de sus creaciones
Hace 20 años, Paulina Parlange tuvo una cadena
de tiendas de diseño contemporáneo, llegaron a ser nueve sucursales. La marca
se llamaba Artefacto y mucha gente la conocía porque ofrecían casi de todo.
Para alguien que no tuviera nada en su casa, vendían muebles, accesorios y muchas
otras cosas.
Actualmente, la bióloga de profesión tiene un shoroom dentro de su casa en la colonia
San Ángel en la ciudad de México. “Pasamos de lo grande a lo chiquito pero
funciona mejor”, aseguró. “Estoy contenta con lo que hago. Mi intención no es
crecer demasiado, sino consolidar bien lo que he hecho.”
Ahora su marca es ColorIndio y surgió hace cinco
años. Junto con su socia Libia Moreno, venden textiles bajo las normas de
comercio justo. “No se puede explotar el trabajo de las artesanas porque estás
tratando con tejedoras de altísimo nivel. Además, ellas mismas no estarían
dispuestas. Cuando llegamos a una comunidad, ya sabemos lo que cuesta un cojín -mil
pesos-, y comprendemos que nuestro margen va a ser pequeñito; pero está padrísimo
porque estas mujeres nos dan mucho más de lo que nosotras podemos aportarles.
Ellas son personas que deberían tener el título de doctorado textil.”
ColorIndio es como una distribuidorade cojines
porque la gente busca mucho este producto. “Se venden como pan caliente”.
Aunque su oferta es extensa: más de 2 mil artículos. “Hay bolsitas para Ipad o
comestiqueras desde 250 pesos, hasta un mantel muy grande y elaborado de 6 mil
pesos.”
La entrevistada señaló que los textiles de telas
de cintura tradicionales y los ceremoniales pueden ser llevados a la decoración
de los hogares en el mundo moderno. Eso se debe, a la preservación de las
técnicas artesanales más antiguas de México y a esta inclusión en espacios
contemporáneos donde no habían habitado antes. “Antes, no era común que en un departamento
de gente joven se viera un cojín de telar cintura o una colcha de telar de
pedal o bordados. Ahora, ya es una realidad.”
Entonces, lo que hace ColorIndio cuando conoce el
mercado al que va dirigido, es realmente lograr que las artesanas eleven su
nivel socioeconómico a través de precios justos. “Les pagamos toda la mercancía
con costos supervisados por las cooperativas.”
También colaboran con una asociación llamada
Ayuda a los Artesanos (ATA) que lleva más de 35 años involucrada en diferentes
países del mundo para lograr este fin. “Ellos nos contactaron, pero de todos
modos antes de unirnos a esta iniciativa ya teníamos un camino muy avanzado en zonas
indígenas básicamente en el área textil.”
Paulina y Libia trabajan con alrededor de 35 zonas
rurales en diferentes partes del país, y lo que hacen es apoyarlas en el
diseño, comercialización y exportación de sus creaciones. “Lo que queremos es
que cada vez vendan más las artesanas, y por supuesto, ColorIndio. Esto se conseguirá
si mantenemos la creatividad.”
En cuanto a su opinión del sector del diseño en
México, dijo que es innovador y que hay gente con muchísimo talento. “El
mexicano es un diseñador innato, no necesariamente tiene que ir a la escuela.”
Finalmente, Paulina Parlange comentó que las hijas
de las artesanas al estar en los brazos de su madre, oyen la cuenta –en su
lengua nativa-, y aprenden la forma para hacer ciertos brocados que son
totalmente matemáticos y de concentración. “Eso para mí es un grado de diseño
que nosotros no hemos realmente valorado. Por eso me gusta mi trabajo porque puedo
apreciar y llevar a otros esta extraordinaria labor. Considero 10 veces más
diseñadora a la tejedora, y nosotras somos las que hacemos la colección y la
vendemos; pero de ninguna manera pondríamos nuestro diseño por encima de lo que
ellas realizan. Yo podría tener una selección de hilos muy bonita para las
casas de mis clientes, pero para mezclarlas y combinarlas, se requiere haber
nacido en el textil y vivirlo.”
Paulina Parlange |
Libia Moreno |
Fotografías: cortesía Color Indio
No habrá alguna manera de contactar a Libia o Paulina?
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