México en Venecia

Por: Marcos Betanzos* @MBetanzos


“I am interested in the things that architects share in common, from the conditions of the practice of architecture to the influences, collaborations, histories and affinities that frame and contextualize our work. I want to take the opportunity of the Biennale to reinforce our understanding of architectural culture, and to emphasize the philosophical and practical continuities that define it”. David Chipperfield

                                Centro Cultural San Pablo, Oaxaca / TALLER (Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo)

Quizá se entendió mal el mensaje o alguien deliberadamente decidió ignorarlo. La situación es, que francamente no puedo dejar de percibir que la participación de México en la Bienal de Venecia se ha reducido a ser otro más de los canales de difusión del gobierno saliente para demostrar -o validar- las actividades que intentó concretar a lo largo de estos últimos años.

Es paradójica la participación debido a que la cultura entorno a la profesión no se maximiza, y por ello no es motivo de reflexión y de análisis. Sólo es un motor para delinear a través del término, el trabajo de un gobierno (o sus dependencias) y exhibir trece proyectos de muy buena manufactura que no alcanzan a brindar una lectura objetiva de la producción nacional porque se encuentran limitados a la visión oficial que finalmente, se apoderó de esta magnífica oportunidad. 

                                         Centro de las Artes San Luis Potosí (Alejandro Sánchez)

Mejor suerte para la otra. La urgencia de querer culminar todo con vítores y fanfarrias en esta ocasión se salió de nuestras fronteras y la pregunta sale a flote de nueva cuenta: ¿Tiene algo que ver el postulado de la Bienal con lo que se ha enviado?

Por el contrario, se celebra el acierto y el logro de establecer un vínculo transexenal que permitirá que México cuente con participación dentro de un pabellón propio (la Antigua Iglesia de San Lorenzo), arraigado a su buena fama en el área de la conservación y restauración arquitectónica del patrimonio. Ahí la visión, fue más amplia y hay que decirlo porque es una rareza.

Destaca también el hecho de que al margen del grupo oficial y su lectura sesgada, Arturo Ortiz Struck haya participado llevando su trabajo realizado en Chimalhuacán, con un enfoque más cercano a lo que realmente el arquitecto enfrenta, diagnostica y produce actuando bajo fuerzas no siempre tangibles pero que en el país es fundamental comprender: los interés políticos, las circunstancias sociales y la emergencia; entre otras. Lástima que de esto poco se hable. 

                                                     Jardín Botánico, Culiacán (Tatiana Bilbao)

Reflexiono un poco en las razones que existieron para no enviar a la bienal de Venecia proyectos como la Estela de Luz, ¿Qué de la Cultura en Construcción queda fuera del principal monumento del siglo y su relevancia histórica? 

                                                     Museo Amparo, Puebla / TEN Arquitectos (Enrique Norten)

Proyecto integral de rehabilitación de la Plaza de la República / Autoridad del Espacio Público (Felipe Leal + Daniel Escotto)

                               Centro Cultural Elena Garro Coyoacán (Fernanda Canales + Saidee Springall)

                                  Cineteca Nacional Siglo XXI / rojkind arquitectos (Michel Rojkind + Gerardo Salinas)

                                                          Interior Iglesia de San Lorenzo

                                           Arturo Ortiz Struck en Chimalhuacán. (Cortesía: Taller Territorial)

 Fotografías: Cortesía Arquine

*Marcos Betanzos, es arquitecto, fotógrafo y escritor independiente.

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