La creadora de espacios interiores presenta su segundo libro en el que plasma su visión sobre los hogares ideales.
Dando continuidad a su primer libro, usando el mismo formato
y con la misma intención, la arquitecta Coghlan reúne sus trabajos más
recientes y con ellos desarrolla siete capítulos donde comparte la manera en
que concibe un hogar ideal.
Identidad, sencillez, elegancia, optimismo, ilusión,
serenidad y gratitud componen los elementos que guían la presentación de los
proyectos y que dan pie para que Mariangel comparta la filosofía de trabajo de
su firma.
El formato es generoso y las fotos tienen un nivel de atención
extraordinario. El diseño de Armando Cervantes es de clase mundial y hace lucir
cada detalle, porque el trabajo del equipo de Mariangel, es sobre todo un
trabajo que cuida hasta el último detalle.
Cada proyecto presentado es minuciosamente explorado con
docenas de imágenes, entre éstas la autora ha decidido colocar una
serie de mosaicos con capturas personales muy reveladoras. Se trata de
fotografías de viajes y vivencias que la arquitecta ha recopilado y que, en perfecta armonía con los proyectos presentados, muestran
su fuente de inspiración. Su familia, clave en su desarrollo personal y
profesional, aparece de manera discreta pero contundente intercalada en las
páginas, un guiño delicioso que hace del libro un trabajo muy personal.
Mariangel es una fuente de inspiración personal, es
inagotable, intensa. Este libro, que ve la luz justo cuando parece que la
pandemia pasa a ser historia, vio su gestación precisamente durante esta
crisis, un hecho admirable. Pensar en un libro de este calibre en tiempos de
incertidumbre como los que hemos vivido requiere de un temple extraordinario y
una visión de negocios muy clara. ¡Vaya manera de dar un paso firme para dar
continuidad a la historia de una firma muy exitosa!
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