Este proyecto está ubicado en
Monterrey, Nuevo León, en una zona que ha tenido un crecimiento exponencial en los
últimos años, donde se han desarrollado varios proyectos con carácter único que marcan la diferencia a través de la
composición de los espacios y cambiando la metodología de la vivienda. En una
torre de departamentos nueva, se intervino un espacio de 76.69 M2 de construcción que se había entregado con pisos y puertas, así como una planta arquitectónica definida. El proceso de diseño llevó a trabajar sobre los detalles de
carpintería, acabados en muros y especificación de mobiliario.
El desafío que se presentó fue marcar un punto diferenciador
entre muchas viviendas de la misma tipología, para lo que se utilizaron texturas y
colores que aseguran la armonía visual y dan forma a un espacio
contemporáneo con una clara visión de futuro.
Las dimensiones del espacio marcaron como prioridad aprovechar
al máximo cada área buscando soluciones multifuncionales y versátiles. El
programa arquitectónico está distribuido en dos áreas: la social y la privada. Se diseñaron espacios amplios y luminosos ideales para la convivencia y
relajación de los habitantes, aprovechando la luz natural de los vanos de piso a techo, en combinación con colores cálidos neutros en contraste con la carpintería
color tabaco/chocolate.
Se desarrolló un proyecto para una pareja joven con dos
mascotas, buscando plasmar la personalidad de las clientas en el espacio. Se logró un ambiente con carácter, divertido y que se queda en la memoria de
quien lo visita por atreverse a romper algunas reglas tradicionales.
El resultado destaca el balance e importancia entre función y diseño, sin exceder los costos y optimizando los recursos
disponibles por medio del uso de lo
esencial con una paleta de colores neutros con un atrevido acento de color.
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