En un predio de
6.00 x 16.50 metros se desarrolla una propuesta que busca crear su propio
entorno, a partir de estrategias pasivas bioclimáticas; mediante una atmósfera
autóctona que enaltezca a su entorno.
Al desplantar
la vivienda en un terreno de mínima escala, se lograron insertar dos jardines
con árboles y vegetación endémica, permitiendo la circulación constante del
viento y aprovechando las bondades de su iluminación natural moderada con
orientación al norte. Dos jardines internos en una vivienda con un terreno de
6.00 x 16.50 metros suena muy arriesgado, sin embargo, resulta placentero
disfrutar de las vistas y la buena iluminación.
La zona social
diluye sus divisiones para formar un salón versátil y a doble altura, con
luminarias elaboradas por los artesanos locales. La doble altura no es
únicamente para lograr una amplitud visual, también funciona como estrategia
para una futura ampliación de una cuarta habitación, en caso de requerirse. La
bóveda de medio punto permite alcanzar mayor altura y visual dentro del zona
social y el puente de comunicación superior.
Fotografía: Carlos
Berdejo Mandujano
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