Anexando una parte a lo ya construido este proyecto sufrió una ampliación que no rompe la sincronía creada, si no que de manera contraria une conceptualmente cada área de este inmueble
Por Geovanni Jaume @g3o_v4nni
Con un trabajo conservador, este proceso arquitectónico debía respetar la apariencia original de la casa ubicada en el Estado de México, por lo que el equipo que lidera el arquitecto Bernardo Gómez-Pimienta creó dos volúmenes para evitar una excavación y así poder jugar con la irregular topografía del lugar donde se encuentra dicha construcción
Brindando
un toque moderno a esta casa, se optó por incluir unos muros verticales con recubrimiento
de piedra de cantera. Estos cuentan con lajas verticales, lo que permitió crear
un juego de sombras hacia la fachada y permitiendo que uno de ellos cumpla —a
nivel de calle— la doble función de ser un muro más pero dando la opción de
aportar una puerta exterior. Continuando hacia el interior se respetó el arco
de la entrada, así mismo se creó un radio de 4.5 metros para proteger los
árboles y áreas verdes con los que la anterior edificación cuenta.
Utilizando partes de la construcción original, los antiguos muros
tuvieron un rediseño de acabados para posteriormente renovar la parte exterior,
y conseguir crear un marcado contraste en ambas áreas. Se decidió ampliar el
área construyendo muros de cristal, así las áreas que albergan las zonas
privadas y las habitaciones del recinto gozan de una buena cantidad de luz
natural que penetra hacia el interior por los cristales, además de ofrecen una
magnífica vista de las áreas verdes
Se trata
de un proyecto de arquitectura que no sólo crea y diseña, además también aporta
elementos ya no se ven mucho en las construcciones antiguas.
Arquitecto Bernardo Gómez-Pimienta |
Fotografías
cortesía de bgp arquitectura.
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