En
el corazón de uno de los clubes de golf más exclusivos de Los Cabos, se alza el
Dorado, una residencia que emana lujo y calidez a partes iguales. Creada para
una familia de gustos refinados que buscaba un refugio de paz y exclusividad en
México, el Dorado se convierte en una oda al diseño mexicano, combinándolo
magistralmente con el estilo francés contemporáneo.
El
dominio de colores claros, crean un lienzo perfecto para resaltar la belleza de
las piezas de autor que adornan cada espacio, y dar protagonismo al azul
profundo de las increíbles vistas del océano pacifico, enmarcando la puesta de
sol y el mar.
Al
cruzar la puerta de cristal acanalado, la curiosidad te impulsa a adentrarte en
este oasis de sofisticación. Los espacios se expanden ante tus ojos gracias a
la magia de los espejos, mientras que la luz natural se refleja en cada
superficie, creando una atmósfera pura y luminosa, donde el lujo se fusiona con
la comodidad y la elegancia.
Cada
rincón en el Dorado es un canto al arte mexicano. La credenza finamente labrada
por artesanos pieza de Laura Noriega te invita a admirar la obra del tapatío
Gibran Julián, mientras que los toques dorados de las lámparas, un clásico del
reconocido David Pompa, realzan la elegancia del espacio. Piezas utilitarias de
resina de Baron & Vicario, tótems tallados por Contorno, cuadros de papel
doblado del artista Arturo Trujillo y tejidos naturales de la marca Viento,
completan esta oda al talento mexicano.
Una residencia que brinda la comodidad y calidad de un
hogar sin perder el lujo de un gran hotel. Un espacio donde el diseño mexicano
se eleva a su máxima expresión, creando un oasis de sofisticación y calidez que
invita a los sentidos a un viaje inolvidable.
Fotografía:
Lorena Darquea
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