La casa
está situada en Tapalpa en Jalisco, México, un pueblo tradicional de las
montañas de Jalisco donde históricamente se ha construido con materiales
naturales como la madera, el adobe y barro. Casa Jagüey toma esta tradición y
la manifiesta en una propuesta de arquitectura e interiores contemporánea, dando
forma a una cabaña de nuestro tiempo.
En primer lugar,
están los espacios privados, de descanso y esparcimiento. Se diseñaron para que
cada miembro de la familia pudiera encontrar espacio para reposar y esparcirse.
Desde una ventana para sentarse a leer hasta un escritorio donde trabajar. Son espacios donde la familia podrá pasar
tiempo de calidad juntos y en contacto con la naturaleza y áreas verdes que
rodean la casa.
En segundo
lugar, está el área social, conformada por: cocina, comedor, estancias, bar,
sala de juegos y de T.V. además de una gran terraza. La intención de estas
áreas es darle espacio e importancia tanto a los adultos como a los jóvenes. Es
por eso que para los adultos se diseñó una estancia con su propio bar que puede
funcionar para descanso, lectura o entretenimiento; mientras que para los
jóvenes un espacio multifuncional para jugar y disfrutar. Ambos unidos por un
patio central y rodeados de jardines. El área social es lo suficientemente
amplia para recibir a familiares y amigos por igual. La amplitud de los
espacios y el mobiliario fácil de manipular nutren la convivencia.
Integra un
estilo arquitectónico basado en las cabañas típicas mexicanas y un concepto de
interiorismo que se nutre de la cultura japonesa. Existe una fusión de líneas y
proporciones. Dimensiones al estilo japonés que establecen un diálogo con las
mismas técnicas mexicanas de confección y producción artesanal como la técnica shou
sugi ban para estufar maderas y tapetes de tela elaborados con un telar de
pedal.
El
mobiliario se distribuyó dentro de los espacios para maximizar la convivencia entre
la familia y sus invitados. Se colocó con la intención de aprovechar la luz natural
que entra desde el jardín central y que forma parte del proceso de diseño de interiores.
Uno puede recostarse cerca de la ventana para disfrutar de la luz de media tarde
mientras lee su novela favorita o contempla las áreas verdes que le rodean sin siquiera
salir de la cabaña.
En las
áreas de recreación para adultos, predomina el uso del color negro. Este da un
toque de elegancia y sofisticación ya conocido. Mismo que se equilibró con el contraste
que las texturas de diferentes materiales para mantener el dinamismo en los
espacios. Por otro lado, en el área para los jóvenes encontramos mobiliario
diseñado para un uso rudo y activo. Los colores son más vivos y estimulantes.
Hay más dinamismo y texturas que en el resto de la cabaña. En los espacios
privados, sucede todo lo contrario. Se aplicaron colores de tonos más neutros
que acompañen al descanso y propicien el sueño.
Fotografía:
Lazarillo y Marcos García
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