El reto de este proyecto fue concebir nuevos espacios para la comunidad estudiantil y adaptarlos al edificio existente para estar en armonía con los métodos de enseñanza actuales.
Yeshivá Kéter Torá es la escuela
religiosa ortodoxa más grande de la comunidad judía en Latinoamérica, con 1,700
alumnos en 4 planteles con un ambicioso plan de renovación de sus instalaciones
que comenzó en el 2021.
La remodelación abarcó dos edificios completos,
pasillos, circulaciones verticales, oficinas de dirección, salas de maestros,
aulas de clases, bibliotecas, artes visuales, laboratorios y controles de
acceso. El objetivo de la renovación fue lograr espacios funcionales y muy flexibles
de acuerdo con las nuevas formas de enseñar y aprender en las que la conectividad
es un elemento vital que fue resuelto respetando en todo momento los estrictos
cánones religiosos.
En el edificio de mujeres, que recibe alumnas desde
primaria hasta preparatoria, el cambio más radical fue el de las circulaciones,
dejando de ser áreas únicamente de tránsito que se convirtieron en espacios
recreativos para promover la convivencia, la exposición de trabajos escolares y
facilitar las actividades artísticas.
Los principales materiales utilizados en este edificio
fueron elementos de carpintería de diseño especial en tonos de madera claros,
predominando los laminados y melaminas para garantizar un eficiente mantenimiento.
Las pinturas en colores verdes y grises son de esmalte base agua para que la
limpieza sea ágil y efectiva. En los pisos, se instalaron porcelanatos grises y
pisos vinílicos de fácil mantenimiento.
En la biblioteca se diseñó un área versátil para
fomentar que las actividades educativas sean de forma práctica y no solamente teórica. Alberga áreas de consulta física, áreas de
cómputo, trabajo en equipo y espacios lounge para fomentar la
convivencia, la colaboración, la relajación y convertirse en uno de los
principales puntos de encuentro.
En las aulas se promueve que la enseñanza no sea
frontal, sino en 360° utilizando elementos de apoyo como pintarrones móviles y corchos,
así como muebles de guardado que también tienen movilidad. En los pisos se instalaron
pisos vinílicos tipo madera para lograr una mayor calidez del espacio y absorción
de ruido. La paleta de color cambia dependiendo del tipo del aula y también se
consideró un mobiliario más versátil que incentivará el trabajo en equipo.
Para el edificio de primaria de hombres se buscaron
soluciones constructivas sencillas, es un espacio semiabierto en el que los
pasillos tienen vista hacia la cancha de futbol. Los espacios que alberga este
edificio son: pasillos, circulaciones verticales, baños, aulas de clases, biblioteca,
sala de maestros y aula de cómputo. Los corredores que dan hacia las aulas, son
espacios semiabiertos que, al ser algo estrechos para realizar actividades, se
aprovecharon para crear espacios de exhibición de trabajos.
La biblioteca se diseñó como un ambiente mucho más
lúdico que, va más allá de resguardar el acervo, es un punto donde los alumnos
pueden disfrutar de su tiempo libre, que les permite realizar actividades
cotidianas, desde jugar un juego de mesa o realizar su tarea. Se concibe como un área configurable,
policultural, interactiva y adaptable que con el tiempo puede llegar a ser
modificado si sus necesidades cambian.
En las aulas de clases se consideró un espacio
flexible con muebles móviles que permite que pueda adecuarse a cualquier tema y
opere en un formato 360° para fomentar las actividades grupales, dejando atrás
la educación convencional donde el maestro siempre está al frente y la
interacción entre los alumnos no era una opción.
Fotografía: Jaime Navarro
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