La casa brinda al usuario una sensación de confort a través del manejo de la luz y el contacto con lo natural, lo que permite aumentar la calidad de vida del usuario.
La propuesta arquitectónica de la casa logra que el protagonista principal del proyecto sea la vegetación y que el conjunto se mimetice perfectamente con el contexto. Tiene aproximadamente 340 m2 y está ubicada en el conjunto Aldea Zamá en Tulum, Quintana Roo. Su diseño procura siempre la integración exterior/interior, a través de la creación de patios que articulan los espacios y que permiten que las visuales fluyan a través de ellos hacia el resto del terreno, que conserva la vegetación endémica sin ser alterada.
La ubicación de los componentes del programa responde a la conservación de la vegetación preexistente, tomando las zonas con menos vegetación para desarrollar los espacios techados y formando los diferentes patios alrededor de los grupos de árboles como elemento articulador.
La búsqueda de la fluidez de los espacios interiores se da a partir de la apertura de todos ellos hacia los patios, sin muros que te impidan la vista, integrando el exterior con el interior y viceversa, creando espacios virtualmente más grandes, más iluminados y con ventilación natural, donde todos los espacios de la casa gozan de la vista al exterior, estas condiciones permiten también reducir el consumo de energía eléctrica.
Formalmente el proyecto se concibe como dos volúmenes flotados sobre los muros de colindancia lateral, estos cuerpos corresponden a las recámaras que abrazan un grupo de árboles significativos y forman los patios que conectan los espacios públicos. Estos volúmenes desplantados permiten dejar el área social en planta baja con las visuales francas hacia la vegetación existente. En planta alta los volúmenes de las recámaras se conectan por un pasillo exterior lo cual genera un recorrido en contacto con naturaleza.
Por otra parte, para los acabados se utilizaron materiales de la región como la madera, el bajareque y la piedra colocada de manera artesanal, los cuales contrastan con el acero de la estructura que da un aspecto contemporáneo dentro de la selva de la zona. Se utilizan también estucados de concreto, combinados con la resina del árbol de chukum, que además de tener propiedades impermeables, logran una mayor armonía con los elementos preexistentes en el terreno y brindan una coloración cálida al proyecto de manera natural.
Fotografía: César Béjar
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