La
cultura del vino en México, si bien es milenaria, ha visto un importante
repunte desde finales del siglo pasado. Grandes casas productoras se han sumado
a este esfuerzo y para el tercer lustro del nuevo milenio la arquitectura es el
ingrediente que hace la diferencia
Por Eugenia González @eugeniagg y Lorenzo Díaz @lorenzodiaz
Las Bodegas De Cote, ubicadas en Ezequiel
Montes, Querétaro, celebraron a finales del mes de agosto su primera vendimia.
Tuvimos el gusto de recorrerlo en compañía de los arquitectos Juan Pablo
Serrano y Rafael Monjaraz, directores de Serrano Monjaraz Arquitectos, quienes
hicieron el magnífico proyecto que ya lleva un año de operación.
“Lo
más importante de este proyecto fue desarrollar un programa arquitectónico que
fuera madurando junto con todas las actividades del viñedo. La orientación y la
operación fueron las directrices que marcaron la localización del volumen
principal.” Nos comentó el arquitecto Serrano. El proyecto se construyó con
bloques de tierra prensada que se obtuvo de la excavación para la bodega ya que
los estudios geotérmicos indicaron que de esta forma no es necesario tener
control de temperatura ya que a esa profundidad es constante durante todo el
año.
Por
su cercanía con la Ciudad de México y la rica zona del Bajío, se decidió hacer
un proyecto integral para seguir fortaleciendo la cultura vitivinícola y
colocarse como una opción para el viajero que siempre está en busca de
novedades. Desde comer en el bistrot, participar en una cata, hasta hacer un
tour en bicicleta o en auto, las Bodegas De Cote ofrecen atractivas opciones
para sus visitantes. “Con nuestro proyecto se logró que la actividad del viñedo
no se vea afectada por las visitas, sino todo lo contrario, se vuelve una parte
natural de la operación.” Apuntó el arquitecto Monjaraz.
La
arquitectura es el ingrediente que hace la diferencia en Bodegas De Cote y es
la apuesta de la familia que la dirige. Se han dedicado a sembrar 25 diferentes
variedades de uva en las 40 hectáreas que tiene la propiedad y además de
trabajar todos los días, están abiertos al público de martes a domingo. “Logramos
una solución arquitectónica en total armonía con el entorno de la cual estamos
muy orgullosos ya que ha recibido importantes reconocimientos, no solamente por
su estética, sino por las soluciones constructivas que implementamos” comparte
el arquitecto Serrano.
Se
trata de hacer buen vino y crear una experiencia diferente en la que la calidad
está presente en todo momento.
Fotografía: Círculo Cuadrado
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