El antiguo Arsenal de Venecia se vuelve escenario clave durante la Bienal de Arquitectura, aquí destacan pabellones de países invitados y algunas instalaciones comisionadas por los curadores
Dos
son los espacios clave de este importante encuentro bianual con la arquitectura
mundial, hoy damos cuenta de nuestro recorrido por el antiguo arsenal en donde
los espacios se componen de dos partes. La primera sección está dedicada
normalmente a instalaciones y muestras de proyectos comisionadas por el curador
de la muestra. En esta ocasión Rem Koolhaas y su equipo comisionaron al resto
de las manifestaciones bienales de Venecia para que crearan una muestra que
demostrara el estado actual de la arquitectura italiana en el contexto de su
declaración como curadores. Monditalia es entonces el resultado de un trabajo
multidiciplinario que incluye las artes visuales, el cine, la música y la
danza.
La
idea honestamente se antojaba extraordinaria dada la riqueza con la que en
teoría se cuenta, a nuestra forma de ver el resultado tristemente resulta en
una serie de pequeñas instalaciones de proyectos disonantes entre sí y
distantes del objetivo dado por Koolhaas. Nos llamó la atención además que el
contenido nostálgico, melancólico, de los temas tratados resultaban poco
propositivos. La lectura resultaba tediosa y agotadora, la cosecha lograda era
pobre, decepcionante.
Pasamos
de ahí a la segunda parte de estos espacios en donde se encuentran pabellones
nacionales de aquellos países que no cuentan con un espacio permanente en los
jardines. Como sucede en cada ocasión la muestra incluye un poco de todo. Hay
países que comprendieron a la perfección el acercamiento que el curador
proponía y que, además, logran presentarlo en una forma creativa y digna.
Destaca en esta categoría Indonesia cuyo proyecto nos resultó atractivo y
centrado. Hay otros países que en cambio
aprovechan el espacio para ventilar políticas de estado o asuntos relacionados
con la arquitectura de su nación de manera oficialista, aunque válido es por
supuesto un recurso pobre y desarticulado.
Algunos
países, como Italia misma, logran conjugar agenda y guión curatorial con
astucia. En el caso de Italia parte de su pabellón está dedicado a la ciudad de
Milán, que por ser sede de la ya próxima expo mundial está en la mira. Apoyados
en la propuesta de los curadores la ciudad sede se presenta desde la
perspectiva histórica del modernismo resultando en un atractivo pabellón cuya
museografía además es de altísima calidad.
Sobra
decir que en este espacio se encuentra el pabellón de México del que tanto se
ha dicho y sobre el que tanta tinta se ha vertido. Tenemos por supuesto una
clara opinión personal que ya compartiremos en un post ad hoc. No sobra decir
que el pabellón, aunque digno, se queda corto para una nación con nuestra
posición en el mundo de la arquitectura y deja un vacío a la hora de proponer
ya que muestra pero no opina, lo que sin duda nos parece una oportunidad
perdida.
Sin
duda resulta enormemente enriquecedor ver contrastadas tantas propuestas de tan
diversas naciones, el tema da para más y aquí seguiremos comentando.
Fotografías por Eugenia González y Lorenzo Díaz
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