Su principal motivación: crear con las manos

Ceramicslab es un estudio de alfarería que ofrece una exclusiva línea de productos utilitarios alejados de los procesos industriales


Por: Estivaly Calva Tapia @estivalycalva
                Patricia Ventura decidió estudiar otra carrera aparte de Diseño Gráfico, y entró a la Escuela de Artesanías del INBA para formarse como ceramista. En 2011, cuando todavía asistía a clases, empezó a armar un taller de cerámica poco a poco. Fue así como surgió Ceramicslab Studio Mx.

La emprendedora, fiscalmente funciona como persona física con actividad empresarial, y lo que más le gusta es crear con las manos. Eso es su principal motivación.

Hasta ahora, junto con su socio José García han convertido dos toneladas de pasta en distintos objetos. “Nos enfocamos en piezas utilitarias, y eso es lo que más nos apasiona, que alguien pueda usar alguno de nuestros objetos en la cotidianidad de su hogar y que no lo tengan que guardar en una vitrina.”

En la 5ta Bienal de Cerámica Utilitaria en el Museo Franz Mayer, una de sus creaciones fue seleccionada. Se trata de “Alcachofa”, una pieza torneada y funcional. Es una especie de galletero. Tiene elementos en pastillaje que son las hojas de la alcachofa y cuenta con una tapa. “Su peculiaridad es que fue realizada en una quema reductora que hace diferente a la tonalidad ya que se reduce la cantidad de oxígeno dentro del horno.” Así mismo, en noviembre de 2013, presentaron una selección de piezas cerámicas en el DesignBoom Mart en Tokio.

La entrevistada comentó que un error del que han aprendido es no planear adecuadamente la producción. “La cerámica es muy estricta, digamos que te castiga de alguna manera, porque si no eres cuidadoso en los primeros pasos, se refleja en el último. Entonces, la planeación es básica y eso hace que no tengas piezas que te regresen o que no te convenzan y no hayas llegado al objetivo fijado.”

Los desafíos de Ceramicslab es continuar con el horno encendido y optimizar la producción en cuanto a la reducción de costos, utilización de materiales, tiempo y mano de obra. “Nos hemos encontrado con algunas dificultades en el sentido de que la gente busca cosas hechas en serie, por eso, tratamos de revalorizar lo hecho en México pero con un enfoque no de artesanía de banqueta, sino que las personas sepan que pueden encontrar objetos de calidad y hechos a mano.”

Actualmente, no tienen una red de distribución como tal, sino que casi todo su trabajo se ha dado por recomendaciones o contactos obtenidos en bazares de diseño. “Un acierto que hemos tenido es trabajar por proyecto casi todo. Nos adaptamos a las necesidades de las personas que buscan en específico vajillas, las cuales pueden ser desde cuatro piezas hasta una grande de 40 artículos. La gente queda muy contenta porque les damos la opción de escoger la paleta de color y el acabado entre mate y brillante.”

Su producto más económico es de 140 pesos aproximadamente y son accesorios o dijes; y el más caro son las piezas ornamentales como por ejemplo un mural de 15 mil pesos. Una vajilla para 10 personas tiene un valor de 22 mil pesos en promedio.  

Lo que hace diferente a este taller de cerámica, indicó Paulina, es que experimentan constantemente con los esmaltes y las formulas de sus pastas, todo eso se hace de cero. “Se mezcla en el taller a partir de costales y los rangos de temperatura que usamos son novedosos porque la alta temperatura en territorio mexicano tiene una historia muy breve. Antiguamente, en la época prehispánica, nunca se llegó a la temperatura para fundir un esmalte porque las materias primas y los hornos no lo permitían. Por lo tanto, es relativamente nueva esta técnica en el país, tiene pocos años.”

En cuanto a los proveedores, los que contactan son industriales porque en ocasiones el minorista no tiene suficiente cantidad de arcilla y tienen que comprar costales enteros. “Aunque, realmente todavía no llegamos al punto de comprar una tarima de arcillas.”

Por su parte, José García, dijo que Ceramicslab es un esfuerzo dirigido para poder crear y retomar los oficios tradicionales. “Sí hay lugar en el mercado para este tipo de actividades, a pesar de lo evolucionado de la industria.”

El creativo expresó que otro acierto que han tenido es experimentar sin miedo, ya que sus resultados no se pueden controlar al 100 por ciento. “Mucha gente prefiere resultados totalmente controlados, y creo que en la cerámica, en esencia, se logran piezas muy particulares.”

En cuanto a su opinión del sector del diseño en México, Patricia considera que es un medio cerrado y no aceptan nuevas propuestas tan fácilmente. “Casi todo está orientado a la producción en serie, y está mezcla entre lo artesanal y el diseño todavía no tiene cabida completamente en México.”

Por su parte, José señaló que nuestro país es muy rico en creadores con la misma capacidad que existe en otras naciones.  “El reto es querer mantenerse en contaste inventiva para poder abrir la puerta a un pequeño nicho.”

Finalmente, lo que les ha funcionado para mantenerse con éxito es tener mucho compromiso con lo que hacen y disciplina. Además de organización y fijarse objetivos a corto plazo para que las metas a largo plazo se cumplan. “Creo que somos algo reservados pero estamos abiertos a nuevas propuestas. Constantemente tratamos de darle un nuevo giro a nuestro trabajo”, concluyó Patricia Ventura.

Patricia Ventura
José García

Fotografías: cortesía Ceramicslab Studio Mx

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